Cuando los expedientes instrumentados sobre el sonado caso de corrupción Odebrecht, en lo concerniente a Dominicana, seleccionados obviamente, y acomodado el terreno para pisar los señalados como supuestos inculpados, comiencen a ser remitidos a los tribunales en este país, empezará la segunda fase de la película que se ha venido filmando, con ese “guion” tan deprimente del robo al erario público nacional, dizque en actitud de combatirlo ahora.
Será un nuevo montaje ese, según lo que se advierte, al igual que otros anteriores, solamente para entretener a la población, dada la presión social derivada del llamado “Movimiento Verde”, en esta ocasión, por su accionar reclamatorio constante ante el Gobierno de turno.
¿Con cuántas deficiencias de orden jurídico-procesal, adrede se cree, serán conformados los expedientes acusatorios tramitados? Eso, para que sean los jueces quienes se encarguen de desestimar las querellas incoadas; que se caigan de inmediato los procesos encaminados; y, se vea como que, las autoridades de la Procuraduría General de la República han cumplido con su rol.
¿Quién puede creer en la justicia local, por la forma politiquera en que fue, y aún permanece conformado ese Poder del Estado nuestro, para que fuera benigno con los corruptos del patio, y en adición, solaparan en parte, sus desaprensiones contra este pueblo? ¡Fue lo presupuestado en la última “orquestación” del mismo!
Además, se está tomando muy en consideración, en lo referente al tema Odebrecht, la manera en que el Procurador General de la República se ha estado manejando, por estar recibiendo instrucciones de su jefe inmediato, según es lo que se infiere. No ha habido independencia mental de actuación en ese señor. ¡Es obvio! Se tiene tal apreciación, como el otro ingrediente para desconfiar.
Son esas preguntas expuestas, que se entienden muy atinadas, las que mucha gente pensante se está haciendo en este país, sobre la base de las tan claras evidencias persuasivas que se tienen al respecto; y, del “refajo” sucio que han dejado ver todos estos políticos corruptos y protegidos, subidos en el “palo” actualmente; como algunos que ya han bajado, pero que dejaron su “coraza” muy bien preparada, de protección judicial, por si acaso algo en su contra se presentaba, tal es el caso Odebrecht en el presente, entre otros, que constituye un hueso bastante duro de roer, vale la pena decir.
La mayoría de los abogados afamados actuales nuestros, “arguciadores” y “fabuladores”, cómplices de sus defendidos más bien, ya no auxiliares de la justicia como otrora se reportaban, van a tener aguas suficientes sobre las cuales hacer sus teatros de defensoría, y provocar incidentes dilatorios de todo tipo, como pescar buenos pesos, y salir bastante beneficiados, por derivación del escándalo antes citado.
Hay que comprar con tiempo una buena funda de palomitas de maíz, para sentarse a disfrutar de algunos capítulos de esa gran novela del presente año, sin nada de amoríos, que de seguro serán televisados, aunque solo sea, para complacer el morbo ciudadano, y que todos se vayan dando cuenta de los bendecidos, con las estrategias engañosas del sistema de justicia prevaleciente en esta nación.
¡Espérenlo con paciencia, para ver el espectáculo! De seguro se habrán de producir muchas “linduras” judiciales. Nada más se hablará, entre otras justificaciones para procurar el condonar castigos, del debido proceso no observado, como excusa valedera, y para avalar las desestimaciones de querellas “barnizadas”, claro está, por parte de los jueces que intervengan.
Autor: Rolando Fernández
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