Cuan oportuno resulta en estos momentos traer a colación el parecer certero del profesor Juan Bosch, con respecto al Fondo Monetario Internacional, y su accionar como administrador y agente de colocación de los cuartos de los poderosos, en los países tercermundistas.
Evidentemente, su labor financiera conlleva la connivencia de las autoridades internas de los países que les abren las puertas, y que le consideran como el “redentor de turno”; cuando no es más que un prestamista de ultramar, que subyuga e interviene luego de manera directa en sus economías, trazando pautas e imponiendo condiciones para su conveniencia; jamás para los prestatarios.
En nuestro país, por ejemplo, se tornan casi risibles esas actitudes egotistas en las autoridades económicas, de arrogarse facultades y acciones, en términos de la aplicación de medidas y políticas en ese orden, cuando más que a la vista están, las injerencias directas de los organismos internacionales de financiamiento, en todo cuanto aquí se hace en el área, incluyendo al “padrote” FMI, claro está. Luego, nuestros tecnócratas de la disciplina, sólo se pueden considerar como simples ejecutores supervisados, y nada más. Muy pocas son las cosas de su autoría, propiamente hablando.
Pero además, posan muy complacidos para la prensa, cuando consiguen que el Fondo Monetario Internacional le siga prestando al país; y, hacen gran algarabía festiva, como si ese fuera un gran logro; una proeza lograda por ellos; sin reparar en que eso nos empeña más cada vez, amén de que pone en evidencia nuestra incapacidad para administrarnos y dirigir nuestros asuntos económicos por sí mismos. ¡Que pena!
También en que, sólo ellos se favorecen con la solución temporal de sus problemas de iliquidez monetaria, para la continuidad de las tareas nacionales pendientes, en su apreciación; pero que eso conlleva someter a grandes sacrificios y penurias al pueblo en general, producto de las condicionantes o exigencias inviolables de los prestamistas del Norte.
Es por ello que, esas precisiones del gran líder y mentor de otrora, el profesor Bosch, se tienen que seguir publicando, como muy bien lo ha hecho el señor Rafael G. Santana, en su artículo, “Juan Bosch advirtió FMI crea crisis”, para concienciar a la población, respecto de las alegres y complacientes negociaciones que se llevan a cabo aquí con el Fondo Monetario Internacional, endeudando más aun al país; como, sobre los efectos secundarios dañosos que esa política conlleva.
Así pensaba el gran maestro: Concluyendo su trabajo de fecha 19 de junio 1984 en la Revista Política, el profesor Bosch precisa “el Fondo Monetario Internacional es una maquinaria de poder mundial encargada de defender los intereses de una minoría de familias archimillonarias en perjuicio de los millones y millones de hambrientos de los pueblos pobres del mundo, entre los cuales está la República Dominicana. Por eso, negociar con el FMI es una forma de traicionar a los pueblos del Tercer Mundo”.
Finalmente, sobre la inquietud del señor Santana, respecto de qué diría Bosch, si estuviera vivo, de la situación socio económica y política actual en el gobierno del PLD, coincidiendo con la política fondo monetarista, cualquiera se atrevería a opinar que, si el Profesor volviera, y se encontrara con estas actitudes complacientes, como la falta de nacionalismo, hoy características en el país, cosas que probablemente nunca pensó pudieran ocurrir con algunos de sus pupilos, optaría por regresar a la tumba; pero, no sin antes reprocharles y aleccionarles de nuevo, a su manera muy peculiar.
Rolando Fernández
Cuan oportuno resulta en estos momentos traer a colación el parecer certero del profesor Juan Bosch, con respecto al Fondo Monetario Internacional, y su accionar como administrador y agente de colocación de los cuartos de los poderosos, en los países tercermundistas.
Evidentemente, su labor financiera conlleva la connivencia de las autoridades internas de los países que les abren las puertas, y que le consideran como el “redentor de turno”; cuando no es más que un prestamista de ultramar, que subyuga e interviene luego de manera directa en sus economías, trazando pautas e imponiendo condiciones para su conveniencia; jamás para los prestatarios.
En nuestro país, por ejemplo, se tornan casi risibles esas actitudes egotistas en las autoridades económicas, de arrogarse facultades y acciones, en términos de la aplicación de medidas y políticas en ese orden, cuando más que a la vista están, las injerencias directas de los organismos internacionales de financiamiento, en todo cuanto aquí se hace en el área, incluyendo al “padrote” FMI, claro está. Luego, nuestros tecnócratas de la disciplina, sólo se pueden considerar como simples ejecutores supervisados, y nada más. Muy pocas son las cosas de su autoría, propiamente hablando.
Pero además, posan muy complacidos para la prensa, cuando consiguen que el Fondo Monetario Internacional le siga prestando al país; y, hacen gran algarabía festiva, como si ese fuera un gran logro; una proeza lograda por ellos; sin reparar en que eso nos empeña más cada vez, amén de que pone en evidencia nuestra incapacidad para administrarnos y dirigir nuestros asuntos económicos por sí mismos. ¡Que pena!
También en que, sólo ellos se favorecen con la solución temporal de sus problemas de iliquidez monetaria, para la continuidad de las tareas nacionales pendientes, en su apreciación; pero que eso conlleva someter a grandes sacrificios y penurias al pueblo en general, producto de las condicionantes o exigencias inviolables de los prestamistas del Norte.
Es por ello que, esas precisiones del gran líder y mentor de otrora, el profesor Bosch, se tienen que seguir publicando, como muy bien lo ha hecho el señor Rafael G. Santana, en su artículo, “Juan Bosch advirtió FMI crea crisis”, para concienciar a la población, respecto de las alegres y complacientes negociaciones que se llevan a cabo aquí con el Fondo Monetario Internacional, endeudando más aun al país; como, sobre los efectos secundarios dañosos que esa política conlleva.
Así pensaba el gran maestro: Concluyendo su trabajo de fecha 19 de junio 1984 en la Revista Política, el profesor Bosch precisa “el Fondo Monetario Internacional es una maquinaria de poder mundial encargada de defender los intereses de una minoría de familias archimillonarias en perjuicio de los millones y millones de hambrientos de los pueblos pobres del mundo, entre los cuales está la República Dominicana. Por eso, negociar con el FMI es una forma de traicionar a los pueblos del Tercer Mundo”.
Finalmente, sobre la inquietud del señor Santana, respecto de qué diría Bosch, si estuviera vivo, de la situación socio económica y política actual en el gobierno del PLD, coincidiendo con la política fondo monetarista, cualquiera se atrevería a opinar que, si el Profesor volviera, y se encontrara con estas actitudes complacientes, como la falta de nacionalismo, hoy características en el país, cosas que probablemente nunca pensó pudieran ocurrir con algunos de sus pupilos, optaría por regresar a la tumba; pero, no sin antes reprocharles y aleccionarles de nuevo, a su manera muy peculiar.
Rolando Fernández
Filed under: ECONOMIA | Leave a comment »